También tuvimos a la familia de Carolina Barahona, una niña que falleció el año pasado en un accidente de montaña. Ella era fanática de la música celta y esa noche su espíritu estuvo también ahí.
Con mucho cariño saludamos también a Erwin Díaz, dueño del bar, porque descubrimos su pasión por la poesía, que sin saber homenajeamos con uno que otro poema durante la noche.
Esperamos seguir tocando y recibiendolos a ustedes en este lugar tan agradable de Bellavista.
Acá les mostramos algunas fotos de esa noche, tomadas por nuestro amigo fotógrafo Héctor Millar.